Economía de la Restauración. Industrialización en el País Vasco.

De Portfolio Academico

Perteneciente al temario de Historia

Introducción

El sistema social y económico español presentaba una sociedad dual: unas pocas áreas industrializadas y un inmenso interior agrícola con economía de subsistencia.

Las áreas de la economía fueron tres. Por un lado, en el interior se definía un área agraria, dedicada a los cultivos extensivos (principalmente de cereales) y amparada por el proteccionismo. Por otro lado, el área periférica se dividía entre industrial y mediterránea. En el área industrial, definida en el País Vasco y Cataluña, se producía para satisfacer las necesidades del país, alternando entre proteccionismo y librecambio. Por ultimo, en las áreas periféricas mediterráneas se exportaban productos agrícolas y se importaban productos y bienes de equipo para la industria.

Por parte de la agricultura, se dio una dualidad, conviviendo la agricultura moderna y la tradicional. Los sectores agrarios se caracterizaron por la oligarquía agraria de los terratenientes, las clases medias-bajas y los jornaleros. Sin embargo, también arrastraron problemas no resueltos, los cuales se intentaron solucionar en consecutivas reformas agrarias, que fracasaron y trajeron reacciones violentas y fuerte emigración.

En el sector de la minería se produjo un desarrollo rápido entre 1875 y 1900, impulsado por la ley de minas de 1869. Dicha ley permitía concesiones de minas a largo plazo a cambio de una pequeña contribución, por lo que favoreció la llegada de empresas extranjeras. Sin embargo, el material extraído en minas como Somorrostro o Almadén era destinado en gran mayoría a la exportación.

Respecto al desarrollo financiero, las creaciones de la peseta en 1868, del Banco Hipotecario en 1872, del Banco de Bizkaia en 1901 y del Español de Crédito en 1902 marcaron un punto de inflexión. Sin embargo, los problemas del sistema financiero no cesaron, y continuó siendo injusto, insuficiente, desequilibrado (dado que la mayoría se centraba en impuestos al consumo), fraudulento y corrupto. Dada esta situación, el estado siguió recurriendo a la deuda publica.

Por ultimo, respecto a la demografía, en el ultimo cuarto del siglo XIX, la población pasó de 16 a 18 millones de habitantes, lo que suponía un crecimiento lento. Dicha lentitud estaba producido por las altas tasas de natalidad y mortandad y las epidemias masivas, que situaban la esperanza de vida en 35 años. El crecimiento urbano aceleró, y lo hizo de forma muy desigual, lo que provocó ademas el inicio de los ensanches como nuevos modelos de ciudad.

Desarrollo