Razón vital y razón histórica. La vida y la historia.
La razón vital es histórica. La vida es una actividad que ha de realizarse mediante la elección de las múltiples posibilidades que cada situación nos ofrece; ahora bien, esa elección no puede efectuarse sin una reflexión previa. La vida consiste, por tanto, en un razonamiento frente a las circunstancias. En ello también consiste la razón vital. Si nos negamos a ella, nos negaremos la vida. Para saber por qué un individuo es como es, hemos de observar su propio devenir histórico. Todos los seres humanos proyectan un plan vital frente a las circunstancias. La vida humana está repleta de múltiples experiencias, contradictorias a veces, de forma que si queremos saber en qué consiste la vida hemos de servirnos necesariamente dela razón vital. Ortega expone que en un tiempo histórico concreto hay jóvenes, adultos y ancianos, por lo que en cada presente histórico hay tres dimensiones vitales. Todas las personas que comparten tiempo histórico son contemporáneas. Todos los coetáneos forman una generación que, según Ortega, dura 15 años. Ahora bien, la historia cambia como consecuencia de ese desequilibrio interior, cuya causa es el tiempo vital. Si todos los contemporáneos fuesen coetáneos, seria imposible cualquier cambio. Si analizamos detalladamente la teoría racionalista nos encontraremos con la siguiente concepción de la verdad aplicada al ámbito moral: la vida real.
Éste tipo de verdad está relacionado con la moral. El ser humano debe elegir entre todas las posibilidades que se presentan en cada momento de su vida. Esa eleccion ha de tomarse muy en serio, implica consecuencias muy graves, razón por la que se ha de actuar muy atentamente, para que la elección que se atreva como consecuencia lo mejor o lo más significativo para nuestra existencia. De no ser así el individuo se engaña a sí mismo y falsifica la verdadera realidad en la que actúa. La realidad humana no es algo que esté dotado de antemano, sino una construcción que hace el ser humano a partir de los materiales de los que dispone, de modo que la verdad acerca de esa realidad cambia también constantemente.