Los padres tenemos...
Los padres tenemos una exagerada tendencia a proteger a los hijos proyectando sobre ellos nuestros propios miedos, lo que produce que los niños, en épocas como la que vivimos, se encuentren en un estado natural de sobreprotección y no desarrollen sus propios mecanismos de defensa.
Nos cuesta mucho trabajo como padres darnos cuenta de que la vida de los niños es suya y diferente a la nuestra. Que su tendencia en el desarrollo es establecer un proceso que les debe llevar a independizarse de nosotros y eso no es algo que se consiga en un día ni en dos. No estoy predicando el abandono de los hijos ni mucho menos. lo que intento decir es que cada vida tiene derecho a ser vivida y que nadie, ni el padre mas padre, tiene derecho a vivir la vida de su hijo. Porque es que cada vida tiene sus grandezas y sus miserias propias. En su desarrollo lleva dentro sus mecanismos de gozo y de sufrimiento y de la amalgama de los dos surge la madurez y los aprendizajes específicos que necesita para encontrar las claves de su sentido y de su justificación.
La década de los sesenta se caracterizó por el deseo de los hijos de dejar la casa paterna. A partir de los mediados de los ochenta, la tendencia cambió y hoy los niños no tienen ninguna necesidad de independencia y en parte se debe a que se encuentran mas a gusto en casa paterna, lo cual es positivo, pero también a que no han desarrollado sus propios mecanismos de madurez debido a la sobreprotección paterna, porque los padres no solemos querer que los niños pasen por donde nosotros pasamos. Y aquí es donde se encuentra el engaño. los niños nunca pueden pasar por donde nosotros pasamos porque la vida de hoy es muy distinta a la de ayer. Lo que sucede es que nosotros proyectamos nuestros propios miedos y no nos basta con vivir nuestra propia vida, sino que nos apropiamos también de la de nuestros hijos y no permitimos que sean ellos los que evalúen donde están los peligros reales que los acechan y cuales son los mecanismos de defensa que deben desarrollar.