Kant y la Ilustración: uso publico y uso privado de la razón
Según la filosofía kantiana el uso publico de la razón implica una libertad total y sin limites, mientras que el uso privado de la razón puede tener limitaciones. Para Kant, el uso publico de la razón se produce cuando alguien, cuando conoce una materia, hace uso de su razón ante el gran publico. En cambio, el uso privado de la razón es la utilización que uno hace de la misma en un determinado puesto civil. Consiste en el fiel cumplimiento de la función o rol social correspondiente a cada ciudadano, la libertad esta restringida. Las finalidades son el funcionamiento social ordenado y el cumplimiento de los fines de interés publico. Para Kant esta limitación de libertad no obstaculiza el desarrollo de la ilustración mientras se garantice la libertad del uso publico de la razón. "Razonad todo lo que se quiera pero obedeced". El uso publico de la razón, el uso libre de la razón sin imposiciones ajenas en un sentido mas estricto es la libertad de opinión o expresión. Este derecho y responsabilidad es por tanto un requisito para la ilustración porque mediante la critica, la argumentación razonada y las propuestas publicas pueden transformarse y mejorarse las creencias y las leyes en cualquier ámbito. Es el único camino pacifico hacia el progreso de la humanidad. Para aclarar estos conceptos Kant utiliza tres ejemplos: un oficial de la armada, un ciudadano y un sacerdote. Estos deben obedecer siempre las ordenes de sus superiores (general, gobierno o iglesia) pero pueden manifestar públicamente su pensamiento sobre la injusticia de sus obligaciones impuestas. En caso de no querer cumplir las normas o leyes, solo les queda abandonar la armada, la sociedad o el sacerdocio. Según Kant, en el ámbito del uso privado de la razón no hay libertad. A pesar de todo, la falta de libertad del uso privado de la razón no impide la ilustración, siempre que exista libertad para informar, pensar y expresar públicamente las ideas.