El materialismo histórico: Lucha de clases, la revolución

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Marx pensaba que el motor de la historia es la lucha de clases, la historia animada es determinada por las contradicciones de la realidad, contradicciones materiales y económicas. Tales contradicciones históricas se sitúan en la estructura económica, en las relaciones entre las fuerzas de producción y los propietarios de los medios de producción. En definitiva, en las relaciones cuyos protagonistas son los seres humanos. Las relaciones sociales han pasado por varias etapas como consecuencia de las presiones de las fuerzas de producción: de la esclavitud al feudalismo gremial y a la división del trabajo durante la primera fase industrial artesanal, hasta llegar a las nuevas relaciones entre productores y proletariado en la etapa de producción industrial propia del capitalismo. Todo ello ha ocurrido por medio de las crisis revolucionarias y la lucha de clases, puesto que un sentido materialista, la historia es lucha de clases. Esas contradicciones sólo serán superadas por la lucha, sin lucha no hay progreso. La lucha es un factor clave para el avance histórico. A través de la lucha se recorre el camino hacia una sociedad sin clases, lo cual supondrá el fin de la historia. En resumidas cuentas, el materialismo histórico consiste en la interpretación de la historia que se hace partiendo de las condiciones materiales (economía). El sistema de producción determina la historia, la cual se dirige como consecuencia de la lucha de clases, a un esto en el que no habrá clases sociales.

El sistema capitalista implica una vida de sufrimiento para el trabajador: el ser humano no es más que un eslabón en la cadena de producción cuya función pasa a un segundo plano. Los factores que subyace en esta situación son: la aparición de la máquina, que trajo consigo el rechazo del rol desempeñado por el individuo, el mercado, puesto que la ley de la oferta y la demanda implica que para poder competir es necesario reducir los costos de producción.

El carácter competitivo propio del sistema capitalista eleva la circulación del capital, a la expansión y a la búsqueda de nuevos mercados. Ésta produce una desarmonia entre la producción y el nivel adquisitivo de los trabajadores. Es decir, se produce más de lo que se puede consumir. El exceso de producción llevara a crisis intermitentes cada vez que en las próximas y más profundas hasta que el sistema se autodestruya. Marx dio tres razones para predecir la muerte del sistema: primera, la revolución de la clase trabajadora, segunda, el exceso de producción , y tercera, la utilización de la maquinaria y el aumento demográfico llevaran al exceso de mano de obra al paro.