Guia de lectura de La Colmena
ORIENTACIONES GENERALES
Antes de emprender la lectura, conviene disponer de un guión en el que figuren todos aquellos puntos que deben tenerse en cuenta. Para ello, sugerimos que se reduzca a un esquema amplio y pormenorizado todo cuanto hemos dicho en esta lección sobre La colmena (estructura, personajes,técnicas, etc.).
El estudio consistirá en comprobar, ampliar, precisar e interpretar cada una de las cuestiones que hemos suscitado (y en descubrir nuevos aspectos, sin duda).
Se tomarán notas precisas y ordenadas de todo lo que se vaya descubriendo en la lectura. Posteriormente, se añadirán las observaciones hechas en clase por otros alumnos, así como las explicaciones y aclaraciones del profesor.
CAPÍTULO I
- Transcurre íntegramente en el Café de doña Rosa. De acuerdo con lo dicho en la lección, convendrá señalar las pinceladas con que el autor va dándonos idea de tal escenario, y comentar los detalles especialmente intencionados.
- Unos párrafos sobre «los clientes de los cafés», son una primera muestra del particular lirismo de Cela. Señálese.
- Se irá tomando nota de los distintos personajes que se nos presentan. Inténtese, desde ahora, clasificarlos —al menos a los más importantes— por su posición social.
- En relación con lo anterior, se comentarán las actitudes que adoptan y las ideas que expresan. Véanse especialmente las de doña Rosa, el impresor Vega y alguno más (de apariencia acomodada), en contraste con las de personajes más humildes.
- Subráyese la obsesión por el dinero.
- Se estudiará asimismo la condición moral de los personajes.
- Como sabemos, debe prestarse la máxima atención a los procedimientos de caracterización de los personajes (retratos, diálogos, comentarios del autor). Esto, naturalmente, concierne por igual a los demás capítulos; no lo repetiremos.
- Nótese cómo, a medida que avanzamos en el capítulo, van reapareciendo los diversos personajes. Atiéndase a cómo se van desarrollando y a cómo el autor empalma las secuencias (continuación de un diálogo observación de un hecho desde otra perspectiva, etc.). No se pierda de vista la aparición de algún personaje nuevo.
- En un lugar determinado del capítulo, aparece un cliente que no paga. No se dice su nombre; sin embargo, se trata de un personaje fundamental. Al principio del capítulo II, sabremos quién es.
- Se atenderá constantemente —y tampoco lo repetiremos, salvo detalle de especial interés— al lenguaje y a las formas de elocución. Precisamente por su interés especial, llamamos la atención sobre el monólogo del joven poeta: ¿de qué tipo es dicho monólogo?
- Adviértase que este capítulo tiene un auténtico carácter introductorio: en él se nos presenta ya a un buen número de los personajes de la obra (y los que aún no han aparecido estarán relacionados, en general, con los que ya lo han hecho).
CAPÍTULO II
- La acción continúa por la noche y se desarrolla, ahora, en varios lugares. Se dirá cuáles son los escenarios más frecuentes.
- Entresaquemos algunos personajes dominantes; conviene concederles especial atención a: Martín Marco y su familia; Pablo Alonso y Laurita; la señorita Elvira; el gitanillo (que enlaza varios lugares; nótese); el impresor Vega y el bachiller; los homosexuales; don Ibrahim.
- A propósito de estos últimos, podrá estudiarse la fuerza satírica del autor.
- Como contraste, se advertirán las notas conmovedoras con que Cela habla de otros personajes. Pero, en ciertos casos, se verá cómo la sátira y la ternura se combinan con un efecto agridulce.
- Hay algunas notas de especial interés en cuanto a lo social. Véanse las reflexiones del camarero, las de Martín Marco o las de Mauricio Segovia, en contraste con las de doña Visi y otras por el estilo. En algunos casos, la queja social está implícita, lo que no le resta fuerza: así, a propósito de Elvirita, de la castañera, del gitanillo...
- Pero hay también notas puramente lúdicas, humorísticas (de un humor muy particular). Señálense.
- Este capítulo ofrece ya abundante materia para estudiar las complejas relaciones con que el autor va entrelazando a los personajes (vidas paralelas o entrecruzadas, según dijimos). Estúdiense con cuidado tales relaciones y se verá cómo Cela deja muy pocos cabos sueltos (algunos se anudarán en capítulos posteriores, en los que, por supuesto, deberá seguirse atendiendo a esta cuestión).
CAPÍTULO III
- Es la tarde del día siguiente. Entre los diversos personajes, los que dominan en este capítulo son, por un lado, Pablo y Laurita; por otro, doña Visi y sus hijas (especialmente. Julita). Estúdiense en particular.
- La sátira de la beatería (doña Visi y doña Montserrat).
- La falta de humanidad de Marujita Ranero, antigua novia de Consorcio López.
- En este capítulo —y en los siguientes— va siendo cada vez mayor la presencia del sexo, en diferentes manifestaciones. Como se verá, junto a la mayor bajeza, no faltan casos de una extraña abnegación. Discútase la función de lo erótico en la obra v sus diversos sentidos (amor, corrupción, evasión de la miseria...).
CAPÍTULO IV
- Es la noche del mismo día. AI principio, destacan —sobre todo— las historias de Victorita y del guardia que espera a la criada. Con ellas alternan escenas entre varias parejas (Roberto y Filo, Pablo y Laurita. Pirula y su amante, etc.).
- En medio de escenas de crudeza desoladora, contrasta el conmovedor diálogo —dentro de una difícil sencillez— entre Filo y Roberto.
- El lirismo: véase en los párrafos sobre los solares de la plaza de toros desde «El solar mañanero...» hasta «...jugando a las bolas», o sobre los bancos callejeros.
- Al hablar de la pintura de ambientes, es reseñable el interesante contrapunto entre las descripciones de varios dormitorios. Analícese con detalle y precísese la intención del autor.
- Varias secuencias se ocupan del callejeo nocturno de Martín Marco. Sus reflexiones. El incidente con el policía. Su miedo, que se manifiesta en un monólogo delirante. ¿Qué nos revela el incidente sobre el momento histórico en que transcurre la obra?
- Del máximo interés resulta el final del capítulo («La noche se cierra...»). Véase la desesperanza existencial del autor en esas reflexiones.
CAPÍTULO V
- Ya señalamos el interés de este capítulo desde el punto de vista estructural: supone una ruptura en el desarrollo cronológico, al volver sobre la tarde y la noche del día anterior. Se irá señalando cómo las secuencias de este capítulo enlazan con otras del III o del IV.
- Pero incluso dentro de este mismo capítulo V, las secuencias no siempre se ordenan cronológicamente: así, por ejemplo, la conversación entre Julita y su madre fue posterior a lo que, sin embargo, se contará más adelante. ¿Qué razones podrían explicar que Cela haya optado por el desorden cronológico? Téngase en cuenta que los saltos en el tiempo es una modalidad estructural muy usada en la novela actual, así como en el cine.
Siguiendo con la misma cuestión, véase cómo los saltos cronológicos se dan también dentro de una misma secuencia. Es cosa frecuente, pero
señalaremos un caso especialmente notable en una secuencia determinada de este capítulo.
- Otra secuencia de interés —desde otro punto de vista— es la de don Francisco, el médico, y su familia. Reúne un buen número de temas y enfoques propios del autor. Pero, sobre todo, merece destacarse su condensación: es como una novela en miniatura, buena prueba de la inventiva de autor. Podrían señalarse otros casos análogos.
- Una escena de marcado carácter lúdico (grotesca y siniestra a la vez) es la del «hombre que olía a cebolla». Aprovéchese para valorar la presencia de lo lúdico y lo grotesco en La colmena, discutiendo su función.
- Como aspecto interesante de la construcción de la novela, adviértase que una misma conversación —la que mantienen Ventura Aguado y don Tesifonte— se fragmenta en diversas secuencias, en general muy breves, a lo largo del capítulo. Naturalmente, toda esa conversación sería escrita de forma continuada por el autor, quien procedió luego a su montaje discontinuo.
- La anécdota de Seoane, el violinista, que quisiera comprarle unas gafas a su mujer, tiene no poco de conmovedor. Coméntese, en contraste con otros tipos.
- La historia de Purita y sus hermanos es una de las más desgarradoras de la obra. Valórese su alcance social.
- El carácter de revulsivo que posee La colmena alcanza un punto de inusitada intensidad en la brevísima escena de la niña de trece años vendida «por cien duros». ¿Qué trasfondo denuncia esa escena y qué sentimientos ha querido Cela despertar en el lector?
CAPÍTULO VI
- Estamos en las primeras horas de la mañana siguiente. Es un capítulo más breve y sus secuencias —salvo la primera— son también de corta extensión. Se diría que tiene cierto carácter de epílogo, aunque luego se añada el llamado «Final».
- En el primer párrafo del capítulo, sobre los ruidos mañaneros, podrá verse de nuevo el lirismo; además, es un texto que reúne rasgos muy característicos del estilo de Cela: cuidadosa construcción de frases, adjetivación, polisíndeton...
- En la primera secuencia, destaca la historia de Dorita. Véase cómo sus desdichas se cuentan con rasgos «esperpénticos», alguno de los cuales hemos señalado ya en la lección.
- El diálogo entre Martín Marco y Purita es de una insólita ternura. ¿Y qué impresión produce la cita de Juan Ramón Jiménez en tal ocasión? ¿Está bien resuelta la escena? En cambio —otro contraste—, ¿qué hay de negativo en la actitud de Martín en la continuación de esa escena?
- ¿Qué personajes selecciona Cela en las secuencias restantes de este capítulo? Destáquese la secuencia sobre Victorita.
- Se comentarán con atención los últimos párrafos del capítulo, comparándolos con el final del IV.
EL FINAL
- «Han pasado tres o cuatro días...» La acción, que abarca unas horas de una mañana, se centra en Martín Marco: los demás personajes se inquietan sobre algo que en el periódico se dice sobre aquél. Aclaremos: por entonces, la prensa insertaba frecuentes edictos en que se instaba a alguien para que se presentase en comisaría. Como dijo Cela en cierta ocasión, podía tratarse tanto de una fatal cuestión política como de un simple trámite referente a la documentación, etc. La angustia era inevitable: recuérdese el terror de Martín en el incidente con el policía en el capítulo IV. Resultará evidente la intención de estas últimas páginas.
- Aparte de diversos detalles que podrían señalarse. interesa destacar el tema de la incertidumbre en este final «abierto».